clavado en la arena,
tu nombre se dibuja en mis labios.
Te busco en una incipiente estrella.
Miro caer el sol,
lo pequeño que soy.
Siento que estoy dentro de tus ojos.
Creo escuchar a lo lejos tu voz.
No toca el tiempo al mar,
pero a nosotros sí.
Y pienso en que ya no soy el mismo.
Y pienso en el tiempo y pienso en tí.
Estoy en tus ojos,
junto a tu pupila.
Sobre esa arena café que adoro.
Antes de la inmensidad que miras.
Me tragó tu mirar,
me volví pequeño
y esta playa es como tu ojo izquierdo.
Más gente perdida,
tengo compañía.
Muchos se han quedado aquí varados.
Nos atrapó tu mirar de niña.
Y a todos nos cargas,
nos llevas contigo.
Donde vayas, cautivos de un ojo.
Somos como pulgas, como bichos.
Playa más inmensa
la de tu mirada.
Todo es tan pequeño junto a ella.
Hablas con los ojos lo que callas.
Veo caer la noche,
es tu parpadeo.
Un instante a ocuras con el viento
y otro amanecer nos das completo.
No hay forma de escapar,
me tienes entero.
Una piedra dentro de tu ojo izquierdo.
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