lunes, 7 de enero de 2013

Dormir se vuelve difícil, casi tanto como no beber diario. No tengo problema con beber, tampoco con beber mucho, ni con beber mucho diario. La causa y el sentido son el problema.
Beber a lo pendejo me da hueva, ultimamente bebo a lo pendejo. Me dan ganas de tomar, decido hacerlo y sencillamente nunca llega la parte buena de la peda.

Hay risas como llantos, carcajadas huecas que no me alcanzan para dejarme de acordar de que todo lo que hago me da exactamente lo mismo.
Escucho las mismas canciones, escribo poemas malos, fumo cajetillas enteras de cigarros que me joden los oídos para luego ir llorando a la otorrino a que me cure pronto porque valoro mucho mi audición.
No es mentira; soy músico y valoro mi oído, pero se me da poco la congruencia.

Las ultimas veces he bebido solo. Mucha gente que bebe sola en las fiestas se escandaliza de los que bebemos solos en un cuarto. No sólo a mí se me da poco la congruencia.
A demás me lo enseñó mi papá. (Qué comodidad)

En mi juicio o no, pienso en mi exnovia todos los días, le temo a mi cama porque cuando me acuesto solo, me grita su ausencia y no me deja dormir. Me aterroriza lo grande que se vuelve sin ella. Me traga, me mastica como mi perra a su carnaza y me asfixia provocándome sueños sobre aquél noviazgo todas las noches. Quizá en el fondo para ella es que escribo estas líneas. No hablo de mi cama.

Estoy en proceso de superarla. No sé si mencioné que se me da poco la congruencia.

Así, llevo semanas sin poder dormir. La última ha sido la peor. Duermo de día, abro los ojos cuando cae el sol. Duermo cuando sale y despierto cuando se oculta. Abrir los ojos para ver el cielo oscuro es de las cosas más pinches deprimentes. No he hecho mucho por solucionarlo todavía.

Escribo estas palabras en compañía de una destapada Pacífico de 355ml. que sobró del cartón de la peda de antier y que para este momento ya es de 100. Son las 9:12 a.m. No he dormido nada.

Hace 7 años abrí mi primer blog. De mis bitácoras de entonces a, lo que sea que es esto, han pasado muchas formas de encaminar y editar publicaciones y aún no quedo satisfecho. Cosas que uno piensa cuando tiene problemas para no pensar. Quiero volverlo más personal, por eso vengo esta mañana que aún parece noche con mi nube de desvelos a tirar lluvia por acá.

¿Qué es lo más valioso si no lo que es auténtico?

Buenos días.



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