miércoles, 20 de marzo de 2013



Para empezar, asfalto.
La han visto cayendo sobre la nieve,
ante la barra, en un mensaje sin remitente.

Con ira, con desprecio en su caída,
con aires de suicida,
con desprecio por su vida.



¿Cómo sabrá el whisky sin sus labios?
Ella soñaba con que él fuera su amor,
el mejor espejo del alma.

No aguanté más y reventé en llanto.

Y luego, fotos.
Su cuerpo entero era un espanto,
primera plana de un periódico barato.
Amarillista, insensato.

¿Por qué apareces nuevamente para atormentarme?

Atónito, el administrador me dijo que habían echado los pedazos a una bolsa negra y los habían tirado a la basura...

..."Recuerda que hoy es diecisiete,
ya sabes qué puede pasar."
– Contestaba el sabio...



Publicado originalmente en yeudo.blogspot.com el martes 26 de junio de 2007.

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