I.
Ojos cuprum.
Otra vez te ví brillando.
Niegas a ratos
que sabes mi silencio.
Pero lo sabes.
Me extiendes tus manos.
Gritas algo que hacemos.
Y hoy estabas más bella.
¡San Marcos Shangó!
Saber que sabes.
¿Qué sabes?
Decir lo que evito.
Haces algo que gritamos.
¿Qué sé?
Yo sacudo mis brazos.
Y suenan brazaletes.
Sabes a todo el tiempo.
¿A qué sabes?
A un beso dicho. Sólo dicho.
II.
Sabes que yo sé.
Pídeme un silencio, astro.
Dime un beso, noche.
Caridad del cobre.
Y el beso sólo dicho.
Sonríes con la mirada.
Todo tiene sentido.
Tu 'sí' rompe mi 'no'
Suspiro un tranquilo adiós.
Me extingues en tus manos.
Y ese beso...
Sólo dicho.
Pensarnos pensando.
Pides bajito
reinventar tanto.
Hoy toqué tu mano
y conocí a Ossaín.
La vida como un tema.
Nuestro tema.
(Escribo lento la palabra 'nuestro')
Bailamos nuestro tema
al ritmo de la canción que inventamos.
La que aceleras.
Y un beso sólo dicho.
III.
Mirar la sonrisa,
evitar lo que decimos,
te silencio un 'sí'
Nos evitamos.
Sed de conocernos,
sincretismo.
Parece que me sabes tanto.
Y yo te sé tan poco.
Cada día menos.
Ahora siempre es sábado.
Y yo me vuelvo loco.
Ojos cuprum.
Otra vez te ví llorando.
¡San Cayetano Esú!
Tú remas en tu bote.
0 comentarios..:
Publicar un comentario